Del total de delitos de odio registrado por el Ministerio del Interior en su Informe sobre incidentes relacionados con los delitos de odio de 2015, el 17% se produce en el ámbito de la discapacidad.
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) define los “delitos de odio” como toda infracción penal donde la víctima es seleccionada por su pertenencia a un grupo determinado. Con fines estadísticos se establecen los ámbitos o contextos delictivos en los que se establecen como delitos de odio: el racismo o la xenofobia, orientación o identidad sexual, creencias o prácticas religiosas, antisemitismo, discapacidad, aporofobia, ideología y discriminación por sexo o género.
El registro de este tipo de delitos tuvo un incremento del 3,3% con respecto al mismo periodo del año anterior debido, por una parte, a la introducción de la ideología y la discriminación por sexo o género como parte de los delitos de odio. Y, por otra, a la nueva tipificación de conductas en la reforma del Código Penal que recoge, entre otras, el discurso del odio a través de internet.
Con respecto a los delitos de odio por discapacidad que se recogen en el informe, se han producido 226 incidentes, frente a los 199 que se recogieron en 2014, un 13,6% más.
Para la recogida de datos del informe, delito de odio por discapacidad se considera “cualquier acto contra la víctima que se realiza prevaliéndose de su discapacidad, cualquiera que fuera (física, psicológica, ancianidad…)”.
El 54% de estos incidentes registrado ha sido contra mujeres (128 mujeres, frente a 107 hombres). Siendo el único caso en el que el porcentaje de mujeres afectadas es mayor que el de hombres, junto con la discriminación por razón de género o sexo.
Los responsables de los delitos de odio en todos los ámbitos son mayoritariamente hombres (407 de 464). En el ámbito de discapacidad suponen el 83% del total.
En menores, más del 33% de los incidentes recogidos son delitos contra la integridad sexual (abuso, agresión, abuso sexual con penetración y pornografía infantil), cometidos en el 73% contra niñas.
Los delitos de odio por razón de discapacidad ocupan el segundo puesto por detrás la orientación o identidad sexual. En este grupo de edad y no segregados los datos por ámbito del delito,.
El grupo donde los delitos de odio por discapacidad se elevan de forma sustancial es en el de las personas mayores de 65 años, donde el 50% de los delitos de odio registrados se dirigen contra este grupo.
Según la distribución territorial de los delitos de odio, la provincia de Madrid es la más afectada en el contexto delictivo de la discapacidad, con 28 incidentes contra 25 víctimas. Es, además, el único ámbito en el que es la provincia que más incidentes ha recogido de este contexto.
Los datos que se presentan en el informe han sido obtenidos por el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC), con los datos recogidos por los cuerpos de policiales del Estado: Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y los demás cuerpos policiales autonómicos.