

Las familias son el apoyo más cercano de las personas con discapacidad intelectual.
El/La asistente personal es un apoyo que va más allá.
Acompaña a la persona en la toma de decisiones que tienen que ver con su proyecto de vida.
Puedes conocer la opinión de las familias en este enlace.
Los miembros de la familia son generalmente el principal apoyo para la persona con discapacidad intelectual y/o del desarrollo. A veces, el día a día, el miedo, la falta de tiempo o de conocimiento de algunos modelos de intervención, no les permite adaptarse a las necesidades menos básicas de su familiar con discapacidad.
La asistencia personal llega como un complemento a ese apoyo que se presta dentro del entorno cercano, pero va más allá.
La persona con discapacidad dispondrá del apoyo necesario para poder decidir y participar en aquellas áreas y en aquellos aspectos de su vida, que hasta entonces podrían estar vetados por distintos motivos.
Con la asistencia personal, la persona con discapacidad será un agente activo en todas aquellas decisiones que tengan que ver con su proyecto de vida.
La Asistencia personal, además de favorecer la inclusión de la persona con discapacidad, beneficia a la familia, a los entornos cercanos y a la sociedad en general.
“Sin duda, nuestro hijo, sin su asistente personal, no tendría la calidad de vida que tiene en este momento. Saca lo mejor de él, aumenta su confianza, su participación, su poder de decisión, su seguridad personal…”
Ana Bravo. Madre de un joven con discapacidad intelectual.
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