Plena Inclusión Madrid

Escuela Superior de Canto de Madrid. «Cuando lo importante es desarrollar un talento»

La Escuela Superior de canto de Madrid es una escuela de estudios superiores artísticos. 

Hace dos años esta escuela tiene un alumno con TEA, Johann.

El director de la escuela, Julio Alexis Muñoz y el catedrático de lírica y tutor del alumno, han hablado con Plena Inclusión Madrid. 

En la conversación, hemos conocido las claves que hacen posible el acceso y el seguimiento de Johann. 

Al principio adaptaron la prueba de acceso. Le dieron más tiempo y la pudo hacer sólo en un espacio más tranquilo. 

La Escuela se preocupó por conocer las características de una persona con Asperger. Estuvieron asesorados por la Asociación Asperger Madrid. 

Para preparar la parte teórica estuvo asistiendo como oyente a algunas clases. 

Una vez matriculado, crearon para el la figura de un tutor. 

El tutor le apoya para organizar el trabajo, y seguir el día a día de la Escuela. 

Johann sigue el ritmo de la Escuela. Su discapacidad no es un motivo para que las cosas sean más fáciles. 

 

La Escuela Superior de Canto, centro de enseñanzas artísticas superiores de la Comunidad de Madrid, abrió sus puertas hace casi 50 años con el fin de proporcionar una formación integral al cantante lírico aunando diferentes enseñanzas en un único centro. Desde hace dos años, la Escuela se ha convertido en un referente en la inclusión de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, poniendo en marcha un sistema de apoyos personales y materiales que han permitido no sólo acceder a sus estudios al alumno con Trastorno del Espectro del Autismo, Johann Sebastian Salvatori Fois, sino la posibilidad de rendir y avanzar en el programa educativo de una forma notable.

Nuestras primeras palabras con Julio Alexis Muñoz, director de la Escuela, y con Diego Carvajal, catedrático de Escena Lírica y tutor de Johann para conocer en detalle cómo se construye la inclusión de un alumno con necesidades educativas especiales, nos descubren a un alumno con un gran talento musical bien identificado y trabajado por su familia, cuya rutina y funcionamiento en la Escuela se sale de todo lo que a priori se presupone en una persona diagnosticada con síndrome de Asperger; y a una Escuela que, también a priori, no ha tenido que hacer grandes cosas para que la inclusión educativa funcione. A lo largo de la conversación pudimos ir comprobando cómo la naturalidad con la que se vive el proceso, ha facilitado la puesta en marcha de importantes claves para hacer posible esta inclusión.

“Cuando supimos que contaríamos con un alumno con Asperger tuvimos una charla con profesionales de la Asociación Asperger Madrid para preparar el trabajo del tutor y las adaptaciones curriculares necesarias para Johann, que podía ser, así nos dijeron, a veces algo complicado” afirma Julio Alexis Muñoz. Conocer qué es este síndrome, o qué situaciones podía pasar el alumno durante la jornada lectiva: ansiedad, miedos, necesidad de apartarse…. así como las claves para poder reaccionar en determinados momentos o detectar cuándo puede no estar bien fueron uno de los primeros pasos que dio la Escuela para poner en marcha una experiencia que convierte a Johann en el único alumno con TEA que cursa estudios artísticos superiores.

Diego, Johann y Julio AlexisMuñoz y Carvajal van desgranando poco a poco otras claves, apoyos y adaptaciones realizadas con una gran naturalidad y con mucha empatía. Evidenciamos un proceso de incorporación y de seguimiento en el alumno fruto de una actitud por parte de todo su equipo de profesionales encaminada a desarrollar los talentos del alumnado, sea cuales sean sus necesidades. En el caso de Johann, esta actitud aflora ya desde antes de su acceso, conseguido al segundo intento, gracias a una adaptación de la prueba de acceso en un espacio tranquilo, con más tiempo del asignado al resto de alumnos y después de facilitarle durante el año anterior, la participación como oyente en las clases de armonía con el fin de que pudiera así preparar su ingreso. Muñoz recuerda cómo “superó el examen con amplitud y a nosotros nos alegró mucho porque el primer año ya mostró una capacidad vocal sobresaliente”. Reconoce además sentirse “orgulloso de lo que está consiguiendo en esta Escuela, y nos vamos a volcar para que titule, pero lo más importante para él es estar en un centro superior en donde es visible, es capaz y además hace un excelente trabajo

Una oportunidad y una gran exigencia

Lejos de vivir la incorporación de Johann como un reto, para Carvajal supuso “una oportunidad para entender este trastorno dentro de la música, y ver si íbamos a ser capaces de entenderlo, adaptarnos y facilitarle el camino. Por su parte, Muñoz puso el foco en su preocupación por saber si iba a ser capaz de alcanzar el rendimiento que se exige a un alumno en un centro superior, que sólo en primer curso tiene 14 asignaturas. Desde el primer momento, afirma, hablamos con su madre para dejar claro que “íbamos a ser rigurosos, duros, y que no le íbamos a regalar los oídos. Su humildad, su compromiso y su capacidad de trabajo nos han sorprendido a todos”

¿Es el tutelaje de Johann diferente al de otros alumnos? Esta pregunta desvela otra clave en la inclusión de Johann. “No tenemos la figura del tutor en un centro superior. Pero pensamos en recuperarla para Johann y lo que hacemos es vernos una vez a la semana, fuera del horario de clase, para comentar dificultades, contenidos, objetivos y estado de ánimo” La función de Carvajal no es lidiar con una discapacidad, sino facilitar la planificación del trabajo y las tareas de Johann de forma que su rendimiento pueda ser normal. “Para él las asignaturas con más dificultad son las que tienen razonamiento matemático y abstracto. También hemos trabajado con él para que aproveche las horas libres del día ya que los desplazamientos hasta su domicilio y su participación en un coro fuera de la escuela le restan tiempo para el estudio”. 

“Johann no concibe la vida sin canto. Vive las clases con entusiasmo porque este centro tiene todas sus clases orientadas a este instrumento vocal” continúa Carvajal. En cuanto a su adaptación social dentro de la escuela, Muñoz y Carvajal reconocen que no querían presentarle como alumno con Asperger, sino esperar a que él mismo contara a sus compañeros quién es. “Así ha sido, él ha explicado poco a poco a sus compañeros sus circunstancias y se le ha aceptado de manera natural”.

Muchas son las claves que han hecho posible que Johann curse su segundo curso de estudios superiores, pero mucho antes que la Escuela, Muñoz y Carvajal citan a la familia. “Identificar el camino. Ese es el secreto. Nicole, la madre de Johann ha sabido potenciar al máximo todo lo que Johann tiene de vocación artística” relata Carvajal. O Muñoz, que anima a “identificar bien las capacidades de la persona y que no queden ocultas en la discapacidad. Saber ver y entender que lo que le gusta a tu hijo es cantar. Y de eso se trata

Identificar el talento por la familia, facilitar mediante adaptaciones y apoyos personales la evolución y el rendimiento educativo, vivirlo con naturalidad y disfrutarlo en todos los ámbitos. Pequeñas grandes claves que convierten a la Escuela Superior de Canto de Madrid en una referencia para la inclusión cultural de personas con discapacidad con capacidades y talentos artísticos.

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