Marc Buxaderas es un monologuista, cómico y actor con discapacidad.
Hace unas semanas actuó en el Centro Dramático Nacional con la obra ‘Madre de azúcar’.
‘Madre de azúcar’ habla sobre la maternidad de las personas con discapacidad intelectual.
Para poner en marcha ‘Madre de azúcar’ trabajaron dos años.
En el proceso superaron muchas barreras realizando adaptaciones.
El estreno fue muy importante para Marc.
Marc cree que el público tiene que aplaudir a los actores con discapacidad por su arte, y no por su discapacidad.
Marc cree que hay que hacer que las personas con discapacidad estén en la cultura.
Cree que tienen que poder ser actores o trabajar en otros perfiles relacionados.
También cree que hay que hacer que personas que no han ido nunca al teatro puedan hacerlo.
Marc va a participar en una noche de monólogos solidaria que organiza Plena Inclusión Madrid. Puedes comprar la entrada aquí
Marc Buxaderas comenzó en el 2016, con tal solo 17 años, a interesarse por el mundo de la comunicación pensando que era su “punto fuerte” porque, tal y como nos relata, “había muchas cosas que no podía hacer y tenía que centrarme en las realmente uno puede hacer”.
Empezó escribiendo monólogos en los que contaba lo que le pasaba en el día a día en relación con su discapacidad y vio que tenían un cierto gancho, más allá de la familia y amigos, que había gente a la que les gustaba y pensó “¿por qué no?”.
Hace unas semanas hemos podido verlo como actor en ‘Madre de azúcar’, la obra de teatro de la directora Clàudia Cedó, que se ha representado en el Centro Dramático Nacional en Madrid.
Marc, ¿cómo surge esa iniciativa digamos, “casera” de tus comienzos, a la profesionalización?
Con el programa de Emprendimiento Atipics, de forma más profesional, solidificamos un proyecto que se llama ‘Pon un discapacitado en tu vida’ con el objetivo de visibilizar y normalizar la discapacidad.
Gracias a estos monólogos Claudia la directora de Madre de Azúcar los vio y en febrero de 2019 me llamó para decirme que contaba conmigo para este proyecto. Saltar de hacer monólogos en tu casa y en pijama a poder hacer un proyecto tan grande en el Teatro Nacional de Cataluña y ahora, después de una gira por Cataluña, habernos visto en el Centro Dramático Nacional ha sido un triunfo para nosotros y para mí en particular.
“Madre de azúcar es la obra de teatro sobre un deseo”
¿Cómo surgió Madre de Azúcar?
Clàudia hace 15 años fundó “Escenarios especiales”, una asociación que hace teatro con personas en riesgo de exclusión social, desde deshabituación de tóxicos, hasta personas con diferentes discapacidades. En estos años vio que en las clases de teatro salía mucho el tema de la maternidad como una preocupación soterrada de las personas que participaban.
Es un proyecto que llevamos ya muchos años trabajando, desde el 2019. Clàudia tenía ya a tres actrices y le faltaba una cuarta pieza con discapacidad, que era yo, para hacer el papel de uno de los compañeros de Cloe que es la protagonista de la obra teatral. Empezamos improvisando, buscando y sobre todo bajo unas premisas que nos iba dando la directora, grababa y de lo que sacó de horas y horas de grabación, más su mano de tejer el texto, consiguió hacer una obra teatral sobre este deseo.
“Todo el mundo necesita una adaptación a los procesos de creación”
¿Qué significó para vosotros, los actores?
Muy emocionante, todos pasamos del mundo del teatro amateur a, en dos años, a hacernos prácticamente profesionales. Este camino no está exento de problemas y de trabas que supimos trabajar con todo el equipo
En 2020 se incorporaron los actores sin discapacidad: María Rodríguez, Iván Benet y Teresa Urroz. Ahí ya contábamos con un texto bastante avanzado. Ellos nos decían que en otras producciones se trabaja con tres meses de antelación y nosotros hemos trabajado con dos años. Todo el mundo necesita una adaptación a los procesos de creación: no nos hubiera salido una obra de dos horas en tres meses. Lo que hizo Clàudia y el equipo fue trabajar más tiempo para poder asegurar que el trabajo que saldría de allí era profundamente bueno.
¿Cómo fue el estreno?
Pocos meses antes de estrenar yo tenía miedo de que el público nos aplaudiera por “pobrecitos” y en los ensayos esta idea estaba muy muy dentro: la idea de vamos a hacerlo bien y que nos aplaudan porque realmente merecemos ese aplauso. Se acabaron las entradas enseguida, la gente tenía ganas de ver cultura diferente (porque si nos fijamos siempre salen los mismos en teatro, películas, series…).
Detectamos que la gente necesita cosas nuevas. Después nos encontramos con que a la gente le gustó tanto y le llegó tanto el mensaje el público del Teatro Nacional de Catalunya que se levantaba… Y pensamos que estábamos dando voz por primera a personas con discapacidad en el escenario y la gente nos empuja para que lo hagamos más.
Luego llegó la gira por Cataluña, algún premio individual, la experiencia madrileña… Al público le he pedido siempre que nos valore por lo que hacemos encima del escenario y no por la discapacidad que tenemos.
“Al público le he pedido siempre que nos valore por lo que hacemos encima del escenario y no por la discapacidad que tenemos”
¿Qué le dirías a las administraciones públicas relacionadas con la cultura, a las empresas del sector cultural, para que tengan en cuenta a las personas con discapacidad intelectual para trabajar en sus proyectos, no solo como actores, sino en cualquier otro puesto?
Tenemos que empezar a sumar público en las producciones porque el mundo de la discapacidad es un público que todavía no hemos experimentado: hay que escribir historias donde las personas que están en platea se puedan sentir identificadas, si no, es un poco difícil que personas con discapacidad que no han pisado nunca un teatro se animen a hacerlo.
Además, les diría que está muy bien adaptar el patio de butacas pero hay que adaptar también los camerinos para que podamos hacer el paso a la interpretación. En el Centro Dramático Nacional he tenido la suerte de que estaban adaptados, pero en otros me he terminado cambiando en el hueco del ascensor del montacargas.
Una vez se haya conseguido que las personas con discapacidad estén en el circuito cultural, es importante que estos puedan hacer cualquier papel, si uno quiere ser técnico de sonido lo pueda ser o si quiere ser actor y no representar siempre un papel de persona con discapacidad… pero debe haber un cambio de paradigma en el espectador y antes hay que pasar por las dos etapas anteriores.
Nueva oportunidad para disfrutar de Marc el próximo 28 de noviembre, en ‘No te rías sólo’
Con Marc contamos para la Noche de Monólogos Solidarios, cuya recaudación va destinada al proyecto de Soledad no Deseada de Plena Inclusión Madrid.
Si quieres venir a verle, a él y a otros primeros espadas del humor el próximo 28 de noviembre, puedes comprar las entradas aquí