Paisaje Abierto, una experiencia pionera en la sierra norte de Madrid

La Residencia artística inclusiva Paisaje Abierto ha sido una experiencia pionera en la Sierra Norte de Madrid, impulsada por Plena Inclusión Madrid y Fundación Repsol en el marco de su programa Más Cultura, Más Inclusión. Dentro de esta propuesta, artistas con y sin discapacidad intelectual han podido compartir convivencia, procesos de trabajo y experimentaciones artísticas en un estimulante contexto de una pequeña población rural, Berzosa de Lozoya.

Los artistas seleccionados, María Bueno, José Canales, María Platero y Rosa Rosco, han salido de sus entornos habituales de trabajo en la ciudad y se han dejado inspirar por los paisajes de la Sierra Norte, explorando técnicas de trabajo a partir de la utilización de materiales naturales y de su propia relación con el paisaje y las personas que habitan este paisaje. El resultado de todos estos procesos de experimentación ha sido la materialización de narrativas muy frescas y diversas, que nos permiten a los espectadores nutrir nuestra relación con el paisaje de la sierra y también con su paisanaje.

Eras y Cabezas, una intervención en el paisaje realizada por María Bueno, ha recreado el espacio ritual de una “era”, ampliando su carácter mágico y sagrado con  elementos como máscaras y pinceles realizados con elementos vegetales, que nos ofrecen una deriva onírica al visitar la pieza. La era se transforma en un habitáculo vital, un hogar integrado al paisaje. Nuestra casa, la naturaleza.

Las formas orgánicas de La naturaleza Antropomorfa, escultura realizada por José Canales (Fundación Esfera), nos remite a ese vinculo tan estrecho que nos une con el paisaje. Este personaje hibrido que surge de la cabeza de José, ha sido creado de una manera concisa y meticulosa. Es un personaje que proyecta el deseo de integrarnos con la naturaleza por un lado, pero también refleja la necesidad de proyectar la propia imagen de José en la escultura creada.

Ampliando mis Refugios, la intervención en el paisaje de Rosa Rosco (Fundación Camps), nos permite disfrutar de otra visión del hábitat. En este caso, la cabaña tejida con hiedras, se une a través de una rama a un monumental conjunto de fresnos, que lo cobijan bajo sus ramas. Frente a este refugio, de un tronco con forma de estrella en tonos violáceos, sale una espiral de tiras de colores que abraza otro árbol. Esta espiral ha sido tejida por Rosa y varias mujeres de Jicoteca y Apafam que han colaborado con ella en el proyecto.

La acción ritual también se manifiesta en la serie de fotografías Hacerse Paisaje de María Platero, que invita a los becarios y artistas de la residencia, a utilizar los materiales naturales recogidos en nuestros paseos. Les propone recrear la idea de cabaña relacionándola con su propio cuerpo, como si fuera una envoltura natural simbólica que nos envuelve.

Parece que, sin haberlo acordado previamente, estos proyectos se hubieran contagiado de la necesidad de hablar de la piel que nos cubre y nos protege, o de las capas que nos esconden y nos aíslan. Agradezco la valentía y el riesgo que han asumido cada uno de los artistas al salirse de sus prácticas artísticas habituales, para dar forma a cada uno de los proyectos desde una escucha activa y comprometida con  el lugar y con ellos mismos.

Colaboraciones

De manera paralela al trabajo de los artistas invitados, varios becarios de Jicoteca y Apafam, generan proyectos artísticos vinculados con el paisaje, como la creación de mandalas con materiales recogidos del paisaje realizados a partir de los dibujos de Javi o los murales de flores pintados con pinturas naturales propuestos por Laura. Carlos e Higino, becarios de Jicoteca también se unieron a estos proyectos artísticos y participaron activamente colaborando con los otros proyectos realizados de intervención en el paisaje y fotografía.

De los procesos individuales, silenciosos, lentos y profundamente interiorizados, muchos de los artistas han pasado a compartir, en diversas fases, un proceso de trabajo participativo formando equipos de trabajo. Esta sucesión de momentos de trabajo individual y participativo, ha generado una oportunidad inmensa para el aprendizaje significativo de todas las personas que hemos formado parte de esta maravillosa aventura.

El último día de residencia celebramos una jornada de Puertas Abiertas, mostrando parte de los procesos y resultados de esta semana de trabajo creativo tan intenso. El público pudo conocer de cerca a los artistas y sus trabajos. Concluir con la reflexión de la importancia de este tipo de proyectos que colaboran a la creación de un tejido sociocultural muy necesario en la Sierra Norte de Madrid. Agradecer a todas las personas e instituciones que han hecho posible que durante esta semana, hayamos podido disfrutar de una verdadera experiencia de cultura diversa e inclusiva.