Plena Inclusión Madrid

Y de repente, ¿Atención Temprana?

Las familias llegan a Atención Temprana de forma inesperada, sin pedirlo, sin quererlo. De repente, alguien detecta alguna dificultad o necesidad en el desarrollo de tu hijo o hija. Muchas veces son los propios padres que se dan cuenta de qué algo no va bien ¿Y ahora qué?

No lo querías, simplemente llega; y las incertidumbres, los miedos, las dudas o las dificultades que supone enfrentarse a una maternidad, una paternidad y la crianza, se multiplican exponencialmente ante el miedo, la angustia, la falta de modelos y la soledad. Es un momento de gran vulnerabilidad. Muchas familias ni si quiera saben qué hacer, a dónde acudir, cómo ayudar o relacionarse con su hijo.

La Atención Temprana se convierte en el sitio seguro al que acudir, donde te acompañen en ese proceso de descubriros como padres y descubrir a tu hijo o hija. Hace ya años que la atención temprana ha ido evolucionando de un modelo clínico-rehabilitador dónde los profesionales “trabajaban” para favorecer el desarrollo y los aprendizajes a un modelo centrado en la familia, dónde la prioridad son las necesidades de la familia en su conjunto, con sus fortalezas y debilidades, como todas las personas del mundo.

Hace ya años que sabemos que los niños aprenden según sus intereses y su motivación.

¿Qué puede ser más motivante y relevante para un niño que su propia casa, sus propios juguetes y su propia familia?

¿Qué puede ser más significativo para estos padres que poder dar de comer con seguridad a su hijo, quitar un pañal o dormir toda la noche?

El foco está en las rutinas diarias como oportunidades de aprendizaje significativas tanto para los niños como su familia.

Autora

Marta Marín Gómez

Logopeda

Estimuladora de ACEOPS. Coordinadora de la Unidad de Alimentación.

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