Existen evidencias en el ámbito médico y psicológico sobre el efecto nocivo del estrés mantenido en el tiempo. Hablamos no sólo de problemas para el organismo, sino también de problemas relacionados con la salud mental.
La ansiedad y los problemas derivados del estrés se han disparado por el estilo de vida y la forma en la que lo afrontamos. ¿Nos comen las emociones? ¿Somos capaces de parar esas sensaciones negativas?
Hay factores ambientales que influyen de manera positiva y negativa en el efecto del estrés, pero los factores personales son fundamentales y el cómo cada uno lo vive, implica la capacidad de poder regularlo o dejarse llevar por la emoción. Entender qué es el estrés, cuándo es positivo y cuándo no, permite poner en marcha herramientas y habilidades para regularlo.