Plena Inclusión Madrid

El impacto de la Covid-19 en el empleo es mayor en personas con discapacidad intelectual

AEDIS ha analizado los datos oficiales de 2020.

Según esos datos, las personas con discapacidad fueron las que más sufrieron la crisis del empleo que provocó el coronavirus.

En los Centros Especiales de Empleo se hizo un esfuerzo para mantener el empleo. Aún así, fue un 5% inferior al de años anteriores.

En cuanto al empleo ordinario, cayó de forma similar al del resto de la población. 

Sólo el 22% de los contratos que especifican el tipo de discapacidad lo fueron para personas con discapacidad intelectual.

AEDIS, Asociación Empresarial para la Discapacidad, ha pulicado el V Análisis de datos de empleo y discapacidad intelectual, un informe basado en los datos de las últimas encuestas oficiales correspondientes a 2020.

Según el análisis la discapacidad intelectual sigue presentando una de las tasas de actividad y de empleo más bajas (28,3% y 17,6%, respectivamente), que respecto al año anterior muestran un desccenso de 2 puntos para la de actividad, y de 2,8 para la de empleo. La situación que reflejan las estadísticas muestra que la discapacidad intelectual es una de las que más han acusado la crisis de empleo provocada por la pandemia.

Centros Especiales de Empleo (CEE)

Las plantilllas de los Centros Especiales de Empleo han registrado un descenso de media del 5,4% en 2020, lo que demuestra el esfuerzo por mantener el empleo de los trabajadores con discapacidad a pesar del impacto de la crisis sanitaria producida por la Covid-19. En concreto, se ha constatado una caída de un 3% en los CEE de iniciativa social y de un 8,2% en los de iniciativa empresarial.

Contrataciones a personas con discapacidad

En 2020 se realizaron un total de 248.486 contrataciones a personas con discapacidad, de las que se beneficiaron 122.932 personas. Más del 61% de ellas suscribieron un único contrato de trabajo.

Respecto al año anterior, el número de contratos registrados para el colectivo disminuyó en 106.505, que en términos relativos implica un importante descenso del 30%, similar al experimentado por el total de contratos registrados para el conjunto del país dado el impacto que ha tenido la crisis sanitaria en la contratación laboral. No obstante, la recuperación ya se está notando durante 2021, aproximándose los contratos acumulados del primer semestre a las cifras de 2019 anteriores a la pandemia.

Respecto al tipo de discapacidad reconocida a las personas contratadas, del total de contratos registrados durante 2020, únicamente se contabilizan como “específicos” para el colectivo un 44,53%. Estaríamos hablando de 110.654 contratos en los que sí aparece el tipo de discapacidad, donde el 61,51% tiene reconocida alguna discapacidad física, el 22,68% psíquica, y el 14,88% sensorial.

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