Ana Bravo es madre de Gonzalo, un jóven con autismo.
En su entidad, Aleph TEA, participan del proyecto de Empleo Personalizado junto a Plena Inclusión Madrid y otras entidades.
Ana Bravo nos ha contado en una entrevista:
- Que el empleo personalizado ofrece oportunidades para las personas
- Que el empleo personalizado hace que las personas estén más satisfechas. Sienten que pueden aportar a la sociedad.
- Que el empleo personalizado y la asistencia personal son una combinación perfecta para el crecimiento de las personas con discapacidad
- Que las empresas tienen que unirse a este proceso para contribuir a un mundo más humano para todas las personas.
Ana Bravo es socia de Aleph TEA Y madre de Gonzalo, un joven con autismo que ha desarrollado experiencias cercanas a la que se propone con el ‘empleo personalizado’. De esta metodología, Bravo destaca en esta entrevista “su capacidad para reconocer las fortalezas de las personas para conseguir oportunidades no sólo de empleo sino también de vida”.
Ana Bravo ha visto a Gonzalo enriquecer sus relaciones sociales y sentirse parte de la comunidad. “Es consciente de que puede aportar y no sólo recibir, y eso ha aumentado su motivación y su autoestima de forma considerable”.
El proyecto de ‘Empleo Personalizado’ está impulsado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y coordinado por Plena Inclusión España a través de los Fondos de Recuperación y Resiliencia ‘Next Generation’ procedentes de la Unión Europea. Plena Inclusiónn Madrid coordinar a nivel autonómico todo este trabajo de investigación, implementar la metodología y participar de la propia investigación junto con otras 13 entidades de la región.
En colaboración con las empresas
El proyecto pretende contribuir a la empleabilidad de las personas con discapacidad intelectual con más necesidades de apoyo individualizando la relación laboral entre personas empleadas y empleadoras. Se trata, de diseñar nuevos puestos de trabajo pensando en una persona concreta y en colaboración con las empresas.
Para Bravo, parte del éxito de este proyecto está en las empresas, a las que anima a ser capaces de valorar la contribución que las personas con discapacidad intelectual pueden ofrecer. “Aportan un capital productivo y humano innegable” afirma, y les pide que “se unan a este proceso de descubrimiento y de transformación para contribuir a un mundo más justo, más digno y más humano”
El proyecto se encuentra en su primera fase de desarrollo. 26 profesionales del movimiento asociativo de Madrid, 105 en toda España, han recibido ya formación en esta metodología innovadora que mejora las opciones de conseguir trabajo para personas con discapacidad intelectual.