“Corriente” es un proyecto de teatro desarrollado dentro del programa Espacio Convergente.
En este proyecto participan ocho personas con discapacidad intelectual de la Fundación Ademo.
Las sesiones de “Corriente” están dirigidas por Juanfra Rodríguez.
En la quinta sesión de «Corriente» los participantes han empezado a preparar una muestra de teatro.
Diario de sesiones #4
Residencias Espacio Convergente
Proyecto “Corriente”
Juanfra Rodríguez
Espacio creativo: Fundación Ademo
En estas últimas sesiones nos encaminamos directamente hacia la fase de repetición y fijación de elementos para la muestra del 12 de febrero. Tenemos dos estructuras para probar: en la primera participan todos activamente y en la segunda se representan momentos entre dos o tres personas.
Los días 10, 12 y 17 de diciembre nos tocó concentrarnos en la primera estructura. Poco a poco la íbamos “memorizando” y repitiendo. Los elementos habían surgido de las sesiones, desde octubre hasta principios de diciembre, ordenados en una secuencia que buscaba una cierta coherencia. Como comenté en anteriores informes, la repetición de los elementos les da confianza en la tarea que están ejerciendo, con las pequeñas resistencias normales frente a lo aburrido de hacer una y otra vez las pequeñas escenas.
Creo que también van notando que el hecho de repetir les hace sentir más a gusto con lo que hacen, y se permiten pequeñas improvisaciones, que yo intento alentar, porque algunos les asusta ese salirse del tiesto.
El día 17 conseguimos hacer la primera estructura completa, e incluso repetirla tres veces. Ese día comenzó con apariencia de desastre, porque se entró en una dinámica de acusar siempre al otro de ser culpable de los fallos, o de señalar categóricamente las equivocaciones de los compañeros.
Intervine intentando que entendieran que teníamos que recordar todos usar maneras que ayudasen a los compañeros a no estar tensos, que teníamos derecho a pedir ayuda si se nos olvidaba algo y a ayudar de la mejor manera posible. Señalé que en este lugar, el del teatro, donde nos solemos poner más nerviosos de lo normal al enfrentarnos a la mirada del público, es importante cuidarnos y respetarnos como grupo, como equipo de trabajo. Fue funcionando y la tarea fue brillando. Nos sentimos muy contentos.
Claro, estamos tan ilusionados como asustados caminando por la senda que nos lleva al 12 de febrero. Ya la fecha es oficial, y Visi, Víctor, Pedro, Ana, Luis y Marta se ven en el escenario.
Las lámparas como nexo de conexión
Algo que ha funcionado muy bien en el entrenamiento de la primera estructura es la repetición de la secuencia en la colocación de los objetos (las lámparas): según la escena, las lámpara se ubican de manera diferente en el espacio, y esto nos ha ayudado como si fuera el hilo de Ariadna a no perderse en la ubicación en el espacio y la memorización de los textos, que son palabras o frases cortas.
Al final de la sesión del día 17, viendo como se estaban implicando, me atreví a jugar con ellos con una frase más larga, y de un tema más comprometido como el embarazo de una muchacha después de una agresión sexual. Sin perder la noción del juego teatral, de que manejábamos una mentira, me sorprendió el compromiso con el que desarrollaron este juego.
El jueves 19 dimos otro salto en el proceso, desde mi punto de vista. Fuimos al centro comercial La Gavia a probar posible vestuario para Corriente. En algún momento los probadores se convirtieron en pasarelas de moda. Fue muy divertido. ¡A pesar que todo lo referente al vestuario es agotador! Ese día tuvieron paciencia y aguantaron. Yo eché en falta un almuerzo prenavideño todos juntos, ya que nuestro trabajo se iba a interrumpir durante tres semanas, hasta el 9 de enero de 2020.