«El lenguaje de la sombra» es un proyecto de las Residencias Artísticas Espacio Convergente de Plena Inclusión Madrid y Fundación Repsol.
Consiste en un teatro de sombras.
Está dirigido por Almudena Adalia y Pilar de Grado.
El taller se desarrolla en la Fundación Prodis.
Solo dos semanas nos han bastado para estar absolutamente fascinadas con el trabajo que los participantes están haciendo. Por un lado, en lo relativo a sus actitud, desde el primer día mostraron una proactividad aplastante a todo lo que proponíamos. Hemos trabajado conjuntamente para establecer las consignas de la clase, nos estamos conociendo a través del juego y están aprendiendo a cerca del teatro de títeres y sombras por medio de la experimentación y la observación.
Uno de nuestros objetivos más importante es que no queremos que todo lo que proponemos sea un medio para entretenerlos, sino que entiendan que cada juego y ejercicio tiene detrás un por qué y que es absolutamente necesario para nuestro proceso creativo. Estamos cuidando al detalle este aspecto por lo que la comunicación es muy importante.
Como plantemos cada ejercicio desde el juego, hubo alguno que el primer día creía que les estábamos tratando como niños pero pronto entendieron que el teatro es jugar, sin importar la edad, y ellos y ellas están trabajando para convertirse en titiriteros y aprender que jugar es la esencia.
Otro punto importante y en el que estamos poniendo mucho hincapié son las emociones. En teatro son siempre importantes, pero en el teatro visual, más. Hemos visto una evolución clarísima desde el primer día acerca de cómo poner en sus cuerpos o en sus títeres emociones.
Hemos probado trabajar desde nosotras como Pilar y Almudena y también desde un personaje muy especial, Angeleta, una ancianita títere con demencia. Angeleta les está enseñando cómo crear y mover títeres desde la ternura que conlleva no recordar en ocasiones como ser un títere. Es una manera de explorar los principios de dar vida a lo inanimado desde un propio títere.
La importancia de la comunicación
Igualmente estamos potenciando la comunicación dentro del grupo, así como la comunicación de los participantes hacia nosotras.
En este sentido, realizamos un ejercicio de feedback visual en el que propusimos que dibujasen o escribiesen una palabra que por un lado resumiera algo que les hubiera interesado a cada uno personalmente y otra palabra o dibujo que explicase algo de lo que hubiesen sido testigos. El resultado: más de media hora de ejercicio cuando estaba planeado para ser hecho en 10 minutos porque se ha convertido en un espacio donde se han compartido sentimientos, emociones y se ha hablado con seguridad y sinceridad.
En este ejercicio, con respecto a nosotras, Almudena ha aprendido que cada persona tiene sus tiempos para pensar, resolver y actuar, y que es muy importante la diversidad en este sentido para que se genere un equilibrio en la clase. Además, ha observado en los demás la belleza en la simplicidad cuando trabajamos con el ejercicio combinando música y texturas y colores en los retroproyectores y los artistas simplemente estaban en el espacio andando alrededor de las pantallas formando parte del coro de elementos.
Por su parte, Pilar ha aprendido que, aunque sean muchos, funcionan muy bien como grupo. Se nota que se conocen bien y se ayudan entre ellos. Este ambiente me motiva a la hora de pensar en ejercicios nuevos y maneras de crear. Ha observado en los demás que se relajaban cuando jugaban con la sombra de sus cuerpos combinadas con texturas y colores.
Almudena Adalia y Pilar de Grado
Residencias Artísticas Espacio Convergente [2019]
Más Cultura, Más Inclusión. Plena Inclusión Madrid y Fundación Repsol