Un manifiesto es un documento
que recoge las ideas de un grupo de personas.
Este manifiesto es para el día 3 de diciembre de 2019.
Es el Día Internacional y europeo
de las Personas con Discapacidad.
Significa que ese día, en muchos países,
se recuerdan los derechos
de las personas con discapacidad.
Este manifiesto es del CERMI,
que es el Comité Español de Representantes
de las Personas con Discapacidad.
Las personas con discapacidad sufren más soledad
que las personas sin discapacidad.
La mayoría de las personas con discapacidad que están solas
son mujeres.
Tenemos que acabar con la soledad no deseada.
La falta de accesibilidad, de trabajo
o vivir en grandes instituciones nos hace sentir más soledad.
Por eso pedimos más accesibilidad, más trabajo
y tener la oportunidad de vivir en la comunidad.
El movimiento asociativo de la discapacidad reclama estrategias adecuadas que sirvan para mitigar el “gran mal del aislamiento social, que devasta a las personas con discapacidad” en un manifiesto elaborado a través del CERMI Estatal y la Fundación CERMI mujeres, con motivo del Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad (3 de diciembre), cuyo lema este año es ‘SOS soledad, yo también cuento’.
En este manifiesto alertan de que “la soledad no deseada es una de las lacras de las sociedades llamadas a sí mismas avanzadas. Las mujeres y hombres con discapacidad se enfrenten en su día a día a situaciones de aislamiento social, de separación de la vida en comunidad, que provocan mayores dosis de soledad forzosa”.
La falta de accesibilidad de entornos, productos y servicios; la imposibilidad o la dificultad extrema de ejercer los derechos fundamentales; la inactividad obligada; la ausencia extendida de apoyos para una autonomía personal efectiva; residir en medios con escasez de recursos por la deficiente y no equitativa distribución de los mismos, como es el rural, y la pervivencia en el imaginario social de actitudes reticentes y negativas sobre el valor de las personas con discapacidad son algunas de las causas que producen y agravan las situaciones de soledad no querida entre las personas con discapacidad.
Entre las personas con discapacidad, quienes sufren mayor riesgo de vivir soledad son las personas mayores; la infancia víctima de violencia; las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo; con problemas de salud mental; con discapacidades sobrevenidas en la vida adulta o en la edad avanzada, y en general, aquellas con grandes necesidades de apoyos. Así, factores como la edad, el tipo de discapacidad, la procedencia y el lugar de residencia, entre otros, provocan más soledad. Todo lo anterior se multiplica, si se trata de mujeres con discapacidad.
ROSTRO DE MUJER
Según los estudios sociológicos disponibles, más de un 20 por ciento de las personas con discapacidad viven solas y un 38 por ciento de estas personas viven en soledad no deseada. El 74 por ciento de las personas con discapacidad que viven solas son mujeres, por lo que la soledad “tiene rostro de mujer”.
Para acabar con esta situación, el CERMI plantea la necesidad de cumplir los mandatos de la Convención Internacional de los Derechos de las personas con Discapacidad, cuyo eje es la inclusión y la vida en comunidad. Además, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijan como una de sus prioridades “no dejar a nadie atrás”.