Los Agentes de Transormación Circular son personas con discapacidad intelectual que junto a profesionales ponen en marcha los cambios en las organizaciones para generar menos recursos y consumir menos.
Carmen y Lara de la Asociación ASPIMIP contaron su experiencia.
Lara dijo que ha aprendido mucho y que ha sido su primera experiencia laboral.
Desde Burgos, Rodrigo del Val presentó una buena práctica implantada en Fundación CISA.
Esta buena práctica genera empleo y es un ejemplo de negocio circular.
No Dejar a Nadie Atrás es la promesa central y transformadora de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Con ese fin, desde el movimiento asociativo se ha trabajado para hacer partícipes a las personas con discapacidad intelectual de esa transición hacia la economía circular.
Durante la jornada ‘Transición inclusiva y economía circular’ celebrada el pasado 31 de enero, se presentaron buenas prácticas encaminadas a ese tránsito y protagonizadas por personas con discapacidad intelectual y las organizaciones que las apoyan.
En ese sentido, a lo largo de 2022, 26 personas han protagonizado el perfil profesional ‘Agente de Transformación Circular’ (ATC). Estos agentes funcionan como equipos tándem formados por personas con discapacidad intelectual y profesionales del centro o expertos en economía circular y son impulsores de planes de acción para lograr que las entidades participantes sean energéticamente más eficientes y sostenibles en sus actividades, minimizando el consumo, la generación de residuos y haciendo una correcta gestión de los mismos.
Lara Rodríguez, ATC de la Asociación AS.PI.MIP., ha valorado positivamente su experiencia “tanto a nivel profesional como personal”. Rodríguez ha destacado cómo esta oportunidad le ha servido “no sólo para concienciar a la gente sobre el cuidado del planeta, sino para mi propio aprendizaje”.
“Ha sido mi primera experiencia laboral, y confío en que me pueda abrir otras puertas en el futuro”
Por su parte Rodrigo del Val, Responsable de Fundación CISA, presentó como buena práctica el modelo implementado en economía circular en su organización perteneciente al grupo Aspanias Burgos y que emplea a cerca de 200 personas y que supone una oportunidad de negocio y de presencia en el entorno.