Plena Inclusión Madrid ha organizado una jornada para hablar del «Modelo de Calidad Plena» junto a Plena Inclusión España.
Este modelo es un sistema para evaluar la calidad de los servicios que dan las organizaciones.
En la jornada se ha explicado cómo funciona la herramienta web de este modelo para evaluar la calidad.
La Fundación Gil Gayarre ha contado su experiencia en el uso de este sistema de evaluación.
Gil Gayarre tiene un grupo compuesto por profesionales, personas con discapacidad intelectual y familiares que evalúan a otras organizaciones.
Plena Inclusión Madrid en colaboración con Plena inclusión España ha organizado una jornada para presentar el ‘Modelo de Calidad Plena’, es decir, una forma de evaluar las acciones que realiza el movimiento asociativo para mejorar la vida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y la de sus familias.
Durante la sesión, se ha ofrecido información general del funcionamiento de este sistema y de cómo aplicarlo. Desde la Confederación de Plena Inclusión España, su responsable de Calidad, Santos Hernández, ha dado las claves principales de este nuevo modelo que “pone a la persona y la familia en el centro”. Un modelo que, según ha explicado, pretende “transformar las organizaciones, que deben buscar las mejoras necesarias para dar respuesta a las necesidades de las personas con los recursos con los que se cuentan”.
Por su parte, Ana López, directora técnica de Plena Inclusión Madrid, ha mostrado el funcionamiento de la aplicación informática, poniendo en valor la importancia de “medir y comprobar que las organizaciones trabajan de forma adecuada” y ha recordado que los y las profesionales de la federación madrileña están a disposición de las entidades que necesiten apoyo para realizar estas evaluaciones.
Asimismo, desde la Fundación Gil Gayarre, miembro de Plena Inclusión Madrid, el responsable del área técnica y de calidad, Andoni González, ha contado su experiencia tras acceder al sistema de evaluación: “Ha sido una fuente de aprendizaje”. González ha puesto en valor al equipo de evaluación, un grupo diverso de profesionales de diferentes áreas, personas con discapacidad, familiares y miembros del patronato, que han logrado “tener una visión muy amplia de toda la organización”.
En este sentido, ha remarcado el papel fundamental de las personas con discapacidad como examinadores y ha animado a otras organizaciones a acreditarse como entidad evaluadora, para trabajar de la misma forma en otros procesos de calidad.