Plena Inclusión Madrid

Las residencias de las que no hablan los medios: el esfuerzo de los profesionales y entidades que trabajan con personas con discapacidad intelectual o del desarrollo

2.000 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo viven en residencias y viviendas en Madrid.

Más de 1.000 profesionales trabajan en estas residencia y viviendas.

Su labor durante la crisis del coronavirus apenas aparece en los medios de comunicación.

La prensa no habla tampoco del esfuerzo económico realizado por las entidades.

Plena Inclusión Madrid agradece el esfuerzo de profesionales, voluntarios y entidades.

La crisis de la COVID-19 está obligando a hacer un esfuerzo extraordinario a muchas entidades sociales, profesionales y personas voluntarias de distintos colectivos, aunque no todos reciben la misma atención por parte de los medios de comunicación. Más de un millar de profesionales se desplazan a diario para dar atención a personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que viven en residencias y viviendas tuteladas en la Comunidad de Madrid con una dedicación y profesionalidad que merecen ser visibilizadas.

Alrededor de 2.000 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo reciben atención directa en estas residencias y viviendas, gestionadas por 40 entidades del movimiento asociativo. Son recursos con una atención prioritariamente social y una atención sanitaria residual, ya que en situaciones de normalidad las necesidades sanitarias se cubren mediante los recursos comunitarios ordinarios.

Sin embargo, la capacidad de reacción del movimiento asociativo ante la crisis ha sido encomiable. Las actuaciones por parte de las entidades han tenido siempre como meta salvaguardar la salud tanto de los profesionales y de las personas voluntarias como de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo a las que prestan atención, muchas de ellas con grandes necesidades de apoyo.

Contrataciones y adquisición de EPI

La pandemia ha obligado a las entidades sociales a invertir de manera extraordinaria en la contratación de personal sanitario y en un refuerzo para sus plantillas ante el gran número de bajas que han sufrido en muchos de estos recursos y que se sitúa en un 25% aproximadamente. Por otra parte, han tenido que realizar importantes desembolsos para adquirir equipos de protección individual ante la escasa respuesta por parte de la Comunidad de Madrid en las primeras semanas de la crisis, y a aplicar complicados protocolos de prevención y contención en recursos residenciales que no estaban preparados para ello.

Hay que tener en cuenta, además, que la labor de los profesionales durante el estado de alarma no se limita a la atención en residencias y viviendas, sino que también mantienen la atención telefónica y presencial de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que permanecen en sus domicilios, y de sus familias.

Además del reconocer el esfuerzo extraordinario realizado por las entidades del movimiento asociativo y su equipo de profesionales y personas voluntarias, Plena Inclusión Madrid recuerda que hay un importante número de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que desempeñan su labor en las denominadas actividades esenciales  y que en estos días continúan acudiendo regularmente a sus puestos de trabajo. Se trata, por ejemplo, de quienes trabajan en el sector sanitario o de la alimentación, o de las personas que elaboran material para respiradores o medicamentos y que gestionan la lavandería y la limpieza de residencias en centros especiales de empleo.

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