Plena Inclusión Madrid

Los premios Plena Inclusión Madrid reconocen el esfuerzo de profesionales, voluntarios, familias y personas con discapacidad intelectual ante la pandemia

  • Los premios Plena Inclusión Madrid serán en 2020 para profesionales, voluntarios, familias y personas con discapacidad intelectual.

Reconocen el esfuerzo de las personas del movimiento asociativo durante la pandemia.

Los premiados son los siguientes:

  • Elena García Martín y Raquel Zazo de Pablo. Son profesionales de la Asociación Talismán.
  • María Teresa Miranda Rivas. Es voluntaria en Fundación Ademo.
  • Asunción Guardo Sáez de Lubiano. Es familiar de una participante de Afanias.
  • David Herrero López. Es un trabajador y voluntario con discapacidad intelectual que participa en la Fundación Juan XXIII Roncalli.

Los premios se entregarán en 4 actos celebrados ante un aforo reducido.

Los premios Plena Inclusión Madrid, que cada año reconocen la contribución a la inclusión social del colectivo por parte de organizaciones, empresas y particulares, se convertirán en 2020 en un homenaje al esfuerzo y la resiliencia de todas las personas que forman parte del movimiento asociativo ante la pandemia provocada por la COVID-19. De este modo, los galardones han sido concedidos a profesionales, voluntarios, familias y personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que han tenido un papel destacado durante la crisis sociosanitaria o que han puesto en marcha alguna iniciativa para mejorar la vida de las personas con discapacidad y sus familias.

En esta séptima edición los premiados han sido Elena García Martín y Raquel Zazo de Pablo, profesionales de la Asociación Talismán; María Teresa Miranda Rivas, voluntaria de la Fundación Ademo; Asunción Guardo Sáez de Lubiano, familiar de una persona con discapacidad participante en Afanias; y David Herrero López, trabajador y voluntario con discapacidad intelectual de la Fundación Juan XXIII Roncalli

Todos ellos recibirán los galardones en representación de cada uno de los grupos que conforman el movimiento asociativo en su conjunto, personas sin las cuales habría sido muy complicado mantener la atención de calidad a las personas con discapacidad intelectual y sus familias. Con el fin de mantener las medidas de prevención ante la COVID-19 la entrega de premios se realizará en pequeños actos con un aforo reducido en lugar de la habitual gala de premios que celebramos todos los años.

La candidatura conjunta formada por Elena García Martín y Raquel Zazo de Pablo ha sido seleccionada por la capacidad de ambas profesionales de adaptar a la modalidad telemática la formación y el ocio de las personas adultas con discapacidad intelectual de la Asociación Talismán, una pequeña entidad que desarrolla su actividad en el medio rural. Su papel fue fundamental para mantener la actividad y combatir el aislamiento de los participantes de la entidad durante los meses más duros de confinamiento.

El papel que han cumplido las personas voluntarias está representado por María Teresa Miranda Rivas, que cumplió una importante labor para las familias de la Fundación Ademo con mayores dificultades económicas durante los peores momentos de la pandemia. Como voluntaria, se hizo cargo personalmente de la compra de alimentos para muchas de estas familias e inspiró la creación de una red de ayuda que se tradujo en un sistema de tarjetas monedero destinadas a adquirir alimentos de primera necesidad.

Personas con discapacidad y familias

Asunción Guardo Sáez de Lubiano, hermana de una persona con discapacidad intelectual, formó parte de un grupo de apoyo mutuo ante la COVID-19 creado para mantener los lazos entre los participantes de Afanias. Este grupo se ocupó de identificar a las familias en situación de vulnerabilidad y poner a su disposición los recursos disponibles para satisfacer las necesidades más acuciantes. Asunción compaginó esta tarea con sus obligaciones personales, que en algunos momentos fueron complicadas.

Por último, los premios reconocen el trabajo de David Herrero López, trabajador de una unidad de apoyo al centro especial de empleo de la Fundación Juan XXIII Roncalli, que no dudó en participar desde el comienzo de la crisis en las distintas iniciativas de la entidad para paliar las dificultades de las personas con discapacidad. Supuso además un ejemplo de resiliencia y fortaleza para sí mismo y para las personas que le acompañan en sus rutinas diarias cuando tuvo que afrontar la hospitalización durante varias semanas.

David forma parte del proyecto de voluntariado inclusivo para personas con discapacidad intelectual de Plena inclusión Madrid. En este contexto, ayuda a diversos colectivos, constituyendo un ejemplo claro de persona con discapacidad intelectual con altas capacidades en circunstancias difíciles, y un modelo inspirador para la sociedad y para su entidad.

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