El presidente de Plena Inclusión Madrid ha enviado una carta a los consejeros de sanidad y de servicios sociales.
En esa carta, Mariano Casado explica las dificultades que las residencias han afrontado durante la pandemia. También ha recordado que en estas residencias no se ofrece atención sanitaria.
Por ese motivo, Mariano Casado ha invitado a la Comunidad a que mantenga las unidades de apoyo a las residencias y ha pedido un enlace con los centros hospitalarios.
El presidente de Plena Inclusión Madrid ha dicho que la coordinación sociosanitaria tiene un impacto muy positivo en la salud de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
El presidente de Plena Inclusión Madrid, Mariano Casado, se ha dirigido a los consejeros de Sanidad y Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid con el objetivo de avanzar en la construcción de una estrategia de coordinación sociosanitaria.
En su misiva, Casado ha recordado a los consejeros el importante trabajo realizado durante la pandemia por las organizaciones que gestionan los diferentes recursos residenciales en los que viven las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, un colectivo que por sus necesidades de salud requiere de una atención sanitaria prioritaria y preferente. Un hecho, que ha apuntado Casado, se ha agravado con motivo de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 y ante el que los profesionales han respondido de forma encomiable dado que en estos recursos la atención sanitaria es prácticamente residual.
En este contexto, el presidente de Plena Inclusión Madrid ha transmitido la necesidad de mantener y reforzar las unidades de apoyo a las residencias, cuya efectividad en la calidad de la atención ha sido comprobada desde su puesta en marcha. Por otro lado, ha requerido un enlace directo de referencia de los centros residenciales con los hospitalarios, con el fin de prevenir situaciones grave de salud.
Casado ha solicitado a las consejerías el mantenimiento y refuerzo de las medidas implantadas en materia de coordinación sociosanitaria durante los últimos meses, dado el impacto tan decisivo que tiene sobre la salud de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, lo que justifica a su juicio cualquier avance dirigido a mejorar esta coordinación y a consolidarla como un servicio fundamental para garantizar su salud y su bienestar.