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El pasado sábado 21 de octubre comenzó la temporada de talleres de conciliación impulsados por el Centro Dramático Nacional. Talleres dirigidos a niños y niñas con y sin discapacidad, que se desarrollan durante la programación escénica de los Teatros Valle-Inclán y María Guerrero, y que tienen por objetivo facilitar la conciliación de las familias que no tienen posibilidad de dejar a sus menores a cargo con una tercera persona.
Machús García, madre de Bruno, y el propio Bruno son la primera familia vinculada con la discapacidad intelectual que disfruta de estos talleres de conciliación. A su llegada al Valle-Inclán reconocía hacerlo “con cierto nervio” dado que no acudía al teatro desde hace tiempo.
Para ella es una gran oportunidad acudir al teatro con su hijo, que él disfrute de una actividad de ocio que al mismo tiempo le permita a ella conciliar y disfrutar del suyo. “Lo hacemos los dos juntos, pero separados”, afirma ilusionada.
Como madre de una persona con discapacidad intelectual reconoce la carencia de actividades de este tipo, ya que los tiempos de ocio programado que tiene su hijo son los que ella aprovecha para realizar tareas domésticas. “Es la primera vez que estamos al mismo tiempo haciendo ocio y un ocio común”.
La importancia de los apoyos
Machús conoció esta iniciativa a través de las comunicaciones de Plena Inclusión Madrid. “Me gustaron mucho los talleres, y creo que hay que aprovechar estas iniciativas. Todo encajaba muy bien: la obra, el taller, el espacio… ¡Es el Centro Dramático Nacional!” exclama, y reconoce que la existencia de apoyos que facilita Plena Inclusión Madrid fue la garantía que hizo que se animara a solicitar una plaza.
«Hay veces que te venden apoyos y no lo son»
“Cuando me llamó el apoyo para conocer a mi hijo antes de la actividad me di cuenta de que sabía de lo que hablaba. Hay veces que te venden apoyos y no lo son. La persona que facilitó los apoyos estaba interesada en conocer al peque, sus necesidades… y eso a las familias nos da mucha tranquilidad.